Aunque hay muchos casos en los que los embarazos múltiples se transportan hasta el final y terminan felices, los médicos creen que este es un alto riesgo que asume una madre. Cuantos más embriones por embarazo, más riesgos hay. Sin embargo, el riesgo más significativo es el de dar a luz prematuramente.
Los bebés que nacen antes de su vencimiento generalmente no están acostumbrados y listos para lidiar con el ambiente exterior. Los pulmones, el cerebro y el resto de los órganos no pueden desarrollarse por completo y el sistema inmunitario no es capaz de rechazar diferentes infecciones. Además, es muy probable que los pequeños ni siquiera puedan chuparse el dedo o tragar la comida. Cuanto antes nazca un bebé, mayor será el riesgo. Por lo general, aquellos que nacen después de entre treinta y cuatro y treinta y siete semanas no presentan ningún problema importante, pero aquellos que nacen después de veintiocho semanas o menos tienen suerte si sobreviven o son transferidos inmediatamente a cuidados intensivos.
Si se pone de parto antes de las treinta y cuatro semanas de embarazo, el equipo médico puede supervisarlo y retrasar el parto para que los médicos le administren estereoides que aceleren el desarrollo del bebé y, por lo tanto, darles muchas más posibilidades de supervivencia.
También hay una serie de otros problemas que pueden ocurrir en tales casos. Por ejemplo, los gemelos pueden no alcanzar un peso óptimo, por lo que se vuelven mucho más sensibles a diferentes problemas de salud, etc. Esta es una de las razones por la cual todos los bebés que no alcanzan un peso óptimo terminan en cuidados intensivos durante unos días y luego se los llevan a casa.